El hombre detrás de la cortina, el mago de Oz, ese es
Benjamin Linus para John Locke, el hombre de la gran fe y la gran capacidad de
decepción, todo en uno.
Es cierto que en muchos temas de la vida siempre hay un
hombre o mujer, detrás de la cortina.
A veces es difícil lidiar con el responsable de los
acontecimientos.
Tal vez por eso cada uno de nosotros debe esforzarse por ser
la “persona a cargo” de nuestra vida propia.
Parece ser que Jacob es un nuevo, misterioso y fantasmal
líder.
Pero también pasa algo con Richard, que está en todos los momentos
cruciales también y a través del tiempo.
Ben conecta con las primeras apariciones siendo niño y a la
vez conecta con un desarrapado y primario Richard, ¿Será el mismo Richard que
cuando Ben está con Locke? Obviamente sí.
Curiosamente, el concepto freudiano simbólico de matar al
padre, aquí se cumple literalmente por dos de los supuestos líderes de la Isla, como vamos viendo.
Ben se aterroriza porque
Locke ha oído a Jacob y eso, como ya
iremos viendo, no lo puede permitir de ningún modo.
No solo esto nos indica que
la Isla es extraña, como ya sabíamos sino que
tiene secretos más terribles que oculta.
Como todo lo Numinoso, nunca tenemos una visión completa o
de conjunto, solo preguntas y más preguntas, que nunca acaban de ser
contestadas.
A lo largo de este drama del mundo, de esta metáfora de la
psique humana y del Inconsciente colectivo, veremos muchas respuestas, pero
también que siguen las eternas preguntas.
José López