Sí, querido lector y seguidor de Lost, aquí aparece uno de los grandes misterios de la Isla,
descubrir que Kate no está en la lista, pero John parece que sí.
La interrupción de Rousseau avisándonos que han encontrado la
verja cargada electromagnéticamente, nos aleja de este comentario del ruso
Dimitri.
¿Qué puede significar ese comentario que hasta muy avanzada
la serie no descubrimos? Aquí, aunque sigamos un orden cronológico intentando
no desvelar nada fuera de lo adecuadamente rítmico de la trama, ha pasado
tiempo suficiente desde que la serie dejara de emitirse, como para no trastocar
la evolución de la serie para los nuevos espectadores de la misma; o a los que
hacemos una revisión.
¿Puede haber gente seleccionada en esta Isla para algo? ¿Hay gente que es especial o tratada especial?
Parece que sí. Y como en la vida misma, esa clase de diferencia, de injusticia
diríamos, o de suerte para otros, se presenta constantemente. Sin motivo aparente, sin justificación
lógica, hay gente habitualmente favorecida, o que todo les resulta más fácil. O
que las cosas casi siempre les van bien. En cambio hay otros a los que de
manera continuada, persistente, la realidad les va provocando dramas,
conflictos, es como si la fortuna les diera la espalda a ellos.
Es cierto, que en la mayoría de los casos somos agentes
causales y merecedores de nuestra propia fortuna; pero no ocurre siempre, ni en
todos los casos. En muchos casos parece que el hado de la fortuna tiene
caprichosos designios, buenos o malos dependiendo de hechos aleatorios.
Y eso es algo que se reproduce también en los supervivientes
del vuelo Oceanic 815, a lo largo de los flashes
backs, de las situaciones que dejan a los pasajeros atascados en la isla, ese fenómeno se da una y otra
vez.
Como tras la búsqueda para rescatar a Jack, esto les aporta
una inesperada sorpresa.
Como una tela de araña, esa Isla está llena de sorpresas,
como las de John con el hombre de Thallahassee.
Jose López 5 septiembre 2011
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