lunes, 25 de octubre de 2010

Lost: El inicio del viaje, la Nekia

Ya es momento de iniciar como los náufragos-supervivientes de Lost el comienzo de nuestro viaje interior de búsqueda, comprensión, sentido de la serie, de lo que vimos y creímos, de lo que sentimos; al fin y al cabo este viaje, este accidente aéreo es nuestro propio derrumbe, nuestra propia crisis y nuestra propia búsqueda. De forma consciente o inconsciente cada uno de los espectadores se sintió identificado con los personajes, cada uno se vio reflejado en uno de ellos, o en todos, dependiendo de los aspectos emocionales y vivenciales que se iban desarrollando por los mismos.

Este viaje iniciático, esta Nekia que es Lost, es una alegoría, un remedo de otros viajes míticos, desde el viaje de Ulises a viajes como el de Dante o Milton, que ya señalan otros blogueros de buen nivel. Lo señalo como Nekia[1] o evocación de los muertos, rechazando la inmortalidad (que a algunos da la isla, como tentó a Ulises Calipso) en contraposición al Nóstos, el regreso del héroe a la patria original. En realidad aquí no vivimos un viaje Homérico ni una odisea con final feliz, sino un viaje a los infiernos, de ahí lo de Nekia. Aunque en este viaje tenemos nuestro particular Ulises en la figura de Desmond luchando por recuperar su esposa Penélope (Penny) y su barco.

Otro punto a tener en cuenta ha sido el de aquellos espectadores que, como en las religiones al uso y en la Ciencia dogmática actual (medicina de la evidencia, etc.), se empeñan en leer el mensaje de forma literal-lineal, con lo que el viaje de Lost les ha de decepcionar al final, a no ser que cambien su forma de mirar: su forma de abrir el ojo interno, y creo que en la serie los, llamémosles guiños del ojo, son frecuentes.

Esta serie, épica en todos los sentidos y filosófica en otros, no es posible vivirla sin aplicar una atención múltiple de posibles sentidos, ha de verse como esferas continuadas que se concatenan mezclándose como universos paralelos, trayéndonos continuos meta lenguajes que requieren, creo yo, diferentes y sucesivos visionados. Es una única y eterna historia cargada de cientos de historias que se van hilando como los hilos del destino que mueven las Nornas (parcas) de la antigüedad.

Pero no vayamos adelantando otros temas, este viaje lo hemos dividido en tres etapas, (tres número especial), que abarcan la primera etapa el inicio, que corresponde a las temporadas 1, 2 y 3, luego señalaremos el por qué, esta división.

La etapa de tránsito, correspondería a la 4ª temporada y la Segunda etapa correspondiente a las temporadas 5ª y6ª.

Jose López



[1] Canto XI de la Odisea de Homero.

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