viernes, 4 de febrero de 2011

Lost: Delirio, realidad… ¿Qué es lo cierto?




En el capitulo Dave, tenemos una de las posibles respuestas TOTALES, de que es la Isla y Lost.

Todo lo que ocurre es un delirio de Hurley, como le dice Dave, te veo en otra vida; la misma frase, en otro momento pronunciada por Desmond, con relativa frecuencia.

De hecho la evolución de la serie, en la última temporada, la sexta, nos apunta esa posibilidad de refilón, solo se puede captar si se está atento.

Igual que dice Benjamín que el lugar donde están, la escotilla, es un juego, todo es un juego.

Dave y Benjamin tientan a Hurley y a Locke, respectivamente, sobre sus fes en lo que están haciendo, sobre la posibilidad de que todo lo que hacen sea irreal, un delirio.

Pero ¿Qué es el delirio? ¿Lo que vive el que lo padece o lo que viven los otros que no lo perciben? ¿Qué es la realidad? ¿Lo que queremos, lo que construimos, lo que deseamos… ¿lo que soñamos? ¿Realmente estamos despiertos?, o ¿hemos despertado alguna vez? ¿Tiene sentido lo que creemos, nuestra realidad?

¿O lo importante es aquello a través de lo que nos atrevemos a vivir, a sufrir, a amar? ¿Aquello por lo que luchamos o permanecemos? ¿Aquello que al menos es real para nosotros?

Ese efecto nos lo genera la presencia de Libby en la misma institución mental que Hurley; que nos trae de nuevo la duda, tras evitar el intento de suicidio de Hugo Reyes. ¿Cuántos suicidios pueden estar inducidos por la imposibilidad de asumir o soportar el peso de las diferentes posibilidades que aporta lo que llamamos lo real? No lo sabemos, sabemos que el suicida no quiere morir realmente, lo que no quiere es vivir así: sin sentido, sin salida, sin futuro, quiere otra vida. Y tantas veces ciertas filosofías y religiones plantean que hay otra vida…

Y ¿las miles de vidas posibles si afrontamos nuestra imaginación? Nuestra voluntad de búsqueda posible. Difícil de contestar.

En contrapartida al Gran Dilema, nos muestran los guionistas el mágico y sencillo encuentro de Rose y Bernad, esa entrañable pareja normalizada, adaptada, que se plantean las cosas desde la aceptación del presente con una visión muy sencilla, casi simplista, pero muy potente a través del amor que se procesan…y ¡qué hermoso que sea una pareja multirracial!, como se decía en la época donde el racismo era algo común en casi todos los países; estos personajes muestran que una realidad más sencilla, más bella, más valiente y generosa es posible, a pesar de la sombra que ambos muestran a través de la serie. Su comprensión de los poderes “curativos” de la Isla.

Por otro lado, Henry (Benjamín) sorprende a Ana Lucia, diciéndole que sabían de ella, que no se fiaban de ella… ¿Quién es esa gente que sabe tanto de los pasajeros? que seleccionan a los buenos y los malos…y cuando asume Ana Lucia que no puede seguir matando, la vida se detiene para ella y otros más en un momento crucial de tensión, donde la oscuridad de la culpa de Michel se desata en su mayor horror y ceguera.

Jose López 04/02/2011

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