miércoles, 10 de noviembre de 2010

Lost: El desfile de los Complejos


En estos primeros episodios se está desarrollando la presentación de la trama desde los ojos de Jack, pero poco a poco, con sus carreras cuidando a unos y otros, se van perfilando los demás personajes, que es lo que he llamado el desfile de los complejos.

¿Por qué esa denominación?, aparte de mi sesgo clínico en la mirada, realmente cada ser humano es para el otro como un complejo interno activado, pues cada ser humano nos provoca diferentes estimulaciones en nuestra realidad tanto externa como interna y su presencia y acciones sirven a nuestra psique como los complejos internos, sobre todo si cometemos el error de proyectar en los demás nuestras propias necesidades y fantasías (esto es lo que en el psicoanálisis clásico se denomina transferencia).

Y ese es el juego de los guionistas, llevar nuestro ojo observador a través de las miradas que se van despertando en la Isla, recordad como aparece también el ojo de Sun en los primeros capítulos cuando inicia la andadura de contarnos su mito personal. Y aquí empieza la verdadera trama, el verdadero método (method, en griego: camino) de introducirnos en la isla, de que cada espectador quede atrapado en esa isla para siempre, el recurso de conocer la vida de cada uno de los que está allá; los flashback es un sistema muy bueno, te exige máxima atención para poder seguir la historia, y a la vez te dificulta la auto reflexión y te va introduciendo en la Isla personal de cada uno de nosotros por la identificación con cada uno de los personajes, consiguiendo que de forma inconsciente no te puedas defender de esta seducción y sigas la historia…desde tu Isla interior.

Uno de los primeros que encuentra su cambio radical es Charlie, su drogadicción le estalla en la cara en ese espacio y poco a poco, pasa de verse marginal y huyendo a transformarse en alguien querido y respetado.

“Estoy orgulloso de ti, Charlie” le dice Locke en un momento decisivo de su decisión y cambio personal.

Como supuesto lugar de expiación, purgatorio, centro de detención, o retorta alquímica de transformación, que parece indicarnos la Isla como fin, los diferentes personajes empiezan a mostrar su lado oscuro, como lo hizo Charlie y Kate.

Ahora le toca a Sawyer, desarrollando el aspecto más malvado y egoísta en la Isla, mientras Sayid intenta comunicarse con el exterior, o hacer “comunicarse” a los demás a través de su experiencia como torturador. Orto aspecto de sombra presente en el caleidoscopio del ser humano.

Lo mismo que Shanon y Boone, los hermanos separados, con una relación de amor-odio, dependencia-rechazo. Donde su asma es un reflejo de la asfixia y ansia por la agresión de la vida, de sus vidas.

El primer paso en toda crisis es el encuentro con lo peor de nosotros mismos, como en el caso de Jack convirtiéndose en cómplice de Sayid torturando a Sawyer.

Como dice Charlie, cada uno hace sus elecciones, incluso Sawyer buscando ser odiado, auto castigándose buscando seudo redenciones mínimas (el beso de Kate) ya que siente que no tiene nada que perder y el vive la Isla como la jungla. Le han engañado, destrozado la vida de niño y desea y siente el engañar como una necesidad…casi natural.

La alianza de Jack con Sayid en la tortura, muestra algo que desde la psicología profunda sabemos: en TODOS NOSOTROS están adormecidos los peores monstruos de la especie humana, junto a las mejores cualidades. Depende de cómo se muevas las fichas de la vida, de las elecciones que hagamos, de lo conscientes que estemos a las pulsiones de nuestro propio inconsciente…nuestra propia e insondable isla personal.

Como señala el personaje de Sawyer, persiguiendo lo que nos destruye o nos daña, corremos el riesgo de ser impregnados por ese mal, ser convertidos en él.

Esos náufragos, en esa Isla especial, están empezando a tomar consciencia de sí mismos y de todos sus potenciales, sean de la índole que sea. Sayid quiere irse del grupo a otro extremo de la Isla porque no ha podido cumplir su juramento de no activar su demonio interior, pero Kate le señala que “no hay ningún lugar a donde ir”, pero él que ha visto su monstruo de cerca quiere mapear la orilla de la isla, descubrir donde están realmente. Y así acababa bajo tortura del personaje llamado Rousseau. Fenómenos sincronísticos Karma-Dharma.

Aquí ya se va perfilando la presencia de los Otros. Este concepto tiene una base antropológica muy potente, pues todos los pueblos primitivos, se llaman a sí mismos, la Gente o el Pueblo (yanomami, inuit, borobo, etc.), de hecho su nombre en su lengua quiere decir la gente. Y el resto de los pueblos son Los Otros, los extraños, el enemigo, los que compiten por el territorio, comida, etc.

Aquí aparece un dato básico de la relación humana, el reconocimiento del otro como otro yo, pero diferente, peligroso o al menos desconfiable.

Este problema lo mantenemos en el racismo, la xenofobia que sigue invadiéndonos a pesar de siglos de supuesta civilización “avanzada”. Lamentablemente es un resto atávico animal, los animales actúan así territorialmente, nosotros tenemos la responsabilidad de no dejarnos poseer por ese impulso atávico y confrontarlo de forma consciente, eso es algo que se va a ir desarrollando abundantemente en la serie.

Aquí a partir del capítulo llamado Solitario, aparecen los susurros, las voces del bosque, que nombra primero Danielle Rousseau y que en otros capítulos previos empiezan a insinuarse.

En otro capítulo, en un sueño de Claire, la embarazada, que premoniciona su parto, aparece Locke con ojos negros, diabólicos, un aviso ya de que va a ser uno de los elegidos por el humo negro.

A la vez, en su deseo de adaptarse de forma más o menos “cómoda” al lugar en espera de un supuesto rescate, mientras la Isla se lleva con su terrible oleaje la arena y el fuselaje y todo lo que haya cerca y mientras sucede el rapto de Claire junto al intento de asesinato de Charlie, todos los supervivientes intentan a alejarse de la costa, de la orilla que pueda acercarles a la mirada del mundo exterior, para así refugiarse un poco más adentro, unos en las cuevas y otros en esos árboles que parecen manglares. En realidad, todo ello nos dice que los personajes despiertan más al miedo ante el peligro y se introducen más dentro de la Isla. En su momento dedicaré un monográfico a la Isla.

Jose López

No hay comentarios:

Publicar un comentario